El país goleado

Fútbol, política y cuestión social por Carlos del Frade.

El fútbol es una avenida de doble mano por la cual se ven avanzar en el mismo sentido a los delincuentes de guante blanco y sus socios menores, los integrantes de los grupos de tareas llamadas barrabravas. La cancha chica del fútbol sirve para analizar cómo funcionan los factores de poder en la cancha grande de la historia, la política y la cultura en estos arrabales del mundo. Millones de dólares se mueven en el negocio de la redonda pero muchos de ellos no terminan en los futbolistas como denuncia el sindicato; mientras tanto, un manager de la talla de Carlos Bianchi dice muy alegre de cuerpo que va a investigar puertas adentro de Boca y ante la increíble inocencia del periodismo deportivo promete indagar sobre el vendedor de choripanes en la Bombonera. A esto hay que agregarle el sainete de Horacio Usandizaga en Rosario Central, la explotación infantil de los pibes que juegan a la pelota en América y Africa y, una esperanza, la sensatez y sensibilidad de un técnico que está preocupado por la educación de los muchachos que llegan a primera división. De todo esto hablan las palabras que siguen.


Deuda interna

-Acá hay jugadores de Selección a los que no les pagaron un solo peso de prima en toda la temporada. Y quieren hacer pasar a los jugadores de víctimas a victimarios. Pero ningún dirigente se hace cargo y da la cara haciendo un mea culpa. Por eso, o se arregla o el fútbol argentino termina como la burbuja inmobiliaria que explotó en Estados Unidos – dijo Sergio Marchi, secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados en la última semana del mes de julio de 2009.

La deuda con el sindicato de futbolistas es de 35 millones de pesos, 25 millones corresponden a clubes de primera división (River, Racing, Independiente, San Lorenzo, Huracán, Ñuls, Central, Atlético Tucumán y Chacarita”), 7 millones a entidades del Nacional B (Platense, Quilmes, Aldosivi, Ferro, San Martín de San Juan, Unión, Defensa y Justicia, y Olimpo de Bahía Blanca) y 3 millones a instituciones que militan en la B Metropolitana (Almagro, Español, Temperley, Morón, Flandria, Atlanta, Nueva Chicago, Estudiantes de Buenos Aires, Central Córdoba y San Telmo).

Marchi agregó que “los clubes hoy están en una situación de quebranto total por la irresponsabilidad de un sector de la dirigencia que generó deudas por más de una vez y media de lo que recibe de recursos ordinarios. La situación está peor que nunca y sería irresponsable empezar un campeonato atado con alambres”.

Entre los reclamos figuran documentos no pagados, promesas incumplidas, derechos cobrados antes de tiempo, porcentajes de jugadores reventados para tapar agujeros, problemas infraestructura en estados obsoletos y jugadores mal vendidos.

-Hay algunos dirigentes a los que le das una caja fuerte para cuidar y dejan la puerta abierta – opinó el dirigente gremial de los futbolistas.

La contracara son Estudiantes, Lanús, Vélez, All Boys, Godoy Cruz, Banfield, Tristán Suárez, Sarmiento, Almirante Brown y Gimnasia de Jujuy que están al día y “honran los contratos”.

Bianchi investiga

Carlos Bianchi, manager de Boca Juniors, informó que se presentó ante el juez en lo correccional nº 3 de la Capital Federal, Gabriel Ghirlanda, para que investigue a Omar Buchacra, por el supuesto delito de “calumnias e injurias contra el honor y el crédito de las personas”.

La información agregaba que Buchacra “en las anteriores conducciones, tanto en la de Mauricio Macri como en la del fallecido Pedro Pompilio, también formaba parte del club como socio. Es más, ya con Macri tenía a su cargo la concesión de los puestos de venta de choripanes y gaseosas en la Bombonera durante los partidos”.

El título de la nota en “Clarín”, del miércoles 8 de julio de 2009, era “Bianchi apela a la justicia y también investiga adentro. Causa penal contra Omar Buchacra, quien tenía la concesión de venta de choripanes en la Bombonera”.

Resulta curiosa la inocencia de cierta porción del periodismo deportivo.
Boca Juniors es el club más popular de la Argentina.

Sin embargo, por una resolución de su ex presidente, Mauricio Macri, para ser dirigente o candidato a integrar la Comisión Directiva hay que demostrar un patrimonio igual al cinco por ciento del total patrimonial del club.

Por lo tanto se llega a la conclusión que a la institución más popular del país jamás la va a conducir alguien que forme parte de las vivencias de las mayorías.

Nadie investigó semejante cambio en los estatutos de la asociación civil sin fines de lucro que todavía sigue siendo Boca Juniors.

Como tampoco hay mayores novedades sobre las denuncias criminales que pesan sobre la famosa barrabrava de Boca, “La 12”, acusada de cometer diferentes hechos penados por la ley como tampoco se sabe cómo ingresaban y se manejaban con total impunidad dentro del club en los tiempos del señor Mauricio.

Eso si, ahora hay alguien que investiga “adentro”.

Carlos Bianchi comenzó por saber qué sucede con la concesión para vender choripanes en la Bombonera.

Hipocresía, impunidad y obscenidad.

Sainete canalla

-Hoy se tiraron varios nombres, yo propuse el de Kempes y mis compañeros a otras alternativas. No tengo dudas de que vamos a elegir lo mejor para Central. En ese punto, el hincha puede quedarse tranquilo – dijo Horacio Usandizaga, presidente del club de Arroyito después de una semana cuyos hechos hubieran formado parte de la pluma de Vacarezza, el notable autor de varios sainetes criollos.

En ocho días, Rosario Central zafó de la promoción ante Belgrano de Córdoba pidiendo la hora, jugando de local ante cuarenta mil hinchas que lo apoyaban mientras se refugiaba en los alrededores de su arco; despidió al técnico que lo había salvado (Miguel Angel Russo); sufrió la renuncia de su presidente; aparecieron otras renuncias-incluso la del asesor deportivo de la institución, Manuel Usandizaga, hijo de Horacio-; fue en busca de Edgardo Bauza como entrenador que no se concretó; después se anunció al ex goleador del Mundial `78; hubo una movilización a favor del presidente; Usandizaga volvió y ahora el destino deportivo quedará en manos de un ex jugador, Ariel Cuffaro Ruso, un técnico de mediocres resultados.

En forma paralela, como si fuera importante para los canayas, la FIFA habilitó al Gigante de Arroyito para que pueda ser sede del partido entre las selecciones de Argentina y Brasil por las elimintarias sudamericanas el próximo 5 de setiembre.

Con todo esto, en menos de diez días, vaya a saber cómo harán los hinchas de Central para “quedarse tranquilos”, como sugiere el ex intendente rosarino, ex senador nacional y ex titular del Entre Regulador de Servicios Sanitarios a partir de un acuerdo con el ahora reelecto senador nacional, Carlos Reutemann.

El presente deportivo de Central es directamente proporcional a los manejos políticos de las últimas comisiones directivas.

Descomunales deudas financieras y económicas, saqueo de las divisiones inferiores, inversores que cobraban hasta diez veces más el valor aportado y vista gorda de los organismos de control que no controlaron, ya sea los dependientes de la Nación, la provincia o el municipio.

Horacio Usandizaga llegó a la presidencia del club con el 60 por ciento de los votos en un acto electoral del que participaron casi diez mil personas –no hay antecedentes de semejante movilización política en el fútbol argentino- y se encontró con casi veinte millones de dólares en la tesorería del club como resultado del accionar de la justicia provincial en la última etapa de la presidencia de Pablo Scarabino.

Usandizaga, hombre de la derecha del radicalismo, prometía mano dura y férrea disciplina económica y financiera.

Por eso extrañó que lo primero que hizo fue la compra del predio del Club Real de Arroyo Seco, propiedad de Patricio Gorosito, alguien vinculado a Julio Grondona desde los años noventa. El negocio salió cinco millones de dólares.

Después vinieron los caprichos deportivos y un permanente gastadero de plata: echaron a Leonardo Madelón como técnico, vinieron Vitamina Sánchez, Gustavo Alfaro que no solamente cobró una cifra millonaria sino que también Central tuvo que hacerse cargo de una deuda que tenía Arsenal con el técnico, Reynaldo Merlo, Cuffaro Russo un partido y Miguel Angel Ruso.

A pesar de tantos desmanejos, Usandizaga creyó que no había plata para pagarle a Ruso y vino la locura de esos ocho días posteriores a la agónica permanencia en primera división. Todo eso sin la menor invitación a la masa de socios de Central que hace rato necesitan de una asamblea informativa que, por supuesto, no está en los planes en los fragmentos que quedan de la comisión directiva.

A lo que hay que sumar las deudas reclamadas por el sindicato de futbolistas, lo que demuestra la fragilidad del argumento que sostiene que Usandizaga es un buen administrador.

Por otra parte los grandes medios de comunicación de Rosario hablan de la presencia de los viejos inversores que, en su momento, supieron llevarse mucho más de lo que supuestamente pusieron.

De tal forma, el caso de Rosario Central vuelve a mostrar la invicta matriz de los años noventa: privatización de lo popular, discurso de mano dura, glorificación de los dueños del dinero y ganancias para pocos.

Saqueo descarado que cuenta con la connivencia de los tres poderes republicanos que siguen haciendo realidad el teorema de Alfredo Yabrán: el poder es impunidad y nada da más impunidad en la Argentina que ser dirigente de un club de fútbol.
Explotación infantil

Mauricio Baldivieso tiene solamente doce años.

No terminó la escuela primaria.

Sin embargo debutó en la primera división de Aurora, un club que juega en la liga boliviana.

La información dice que “el volante, que es hijo del entrenador del equipo, Julio César (ex Ñuls), jugó sus primeros minutos oficiales en la derrota frente a La Paz por uno a cero. Baldivieso, que ingresó a los 81 minutos, tuvo una presentación dolorosa debido a que los cinco minutos de haber entrado sufrió una fuerte infracción desde atrás en el tobillo derecho que lo mantuvo en el piso durante varios minutos. Tras el partido, su padre calificó de “criminal” al autor de la falta”.

¿Solamente la patada que recibió el pibe puede ser calificada de criminal?.

¿Qué significa que un pibe de doce años debute en una cancha de un deporte ultraprofesionalizado como el fútbol a esa edad?.

¿Mauricio debe ser protegido únicamente de las patadas?.

En enero de 2000, una nota titulada “Tráfico de ilusiones”, decía que más de 50 mil chicos entre seis y dieciséis años forman parte del tráfico de menores futbolistas en Italia.

La crónica escrita por el periodista Julio Marini hacía notar que “cualquier empresario sin escrúpulos, llega a un país que debe reunir tres requisitos: a) contar con un potencial de niños con condiciones para el fútbol; b) estos chicos deben carecer de familiares o, en su defecto, tener graves problemas de subsistencia; y c) tanto los niños como sus padres deben estar dispuestos a dejar partir al futuro crack”.

El escrito avanzaba diciendo que “así es común que en aldeas de países africanos, favelas brasileñas, pueblos remotos de la Argentina y en cualquier lugar donde haya bolsones de pobreza, partan cientos de criaturas a cambio de nada. En Africa se paga por un chico jugador cifras que pueden llegar a veinte dólares. No por el pase del chico. Compran directamente a la criatura. Lo cierto es que muchas veces no la venden siquiera por 20 dólares. El solo hecho de tener una boca menos que alimentar es parte de pago para esos padres de familia numerosa. Todos quieren encontrar a la nueva esperanza mundial. Si el chico no funciona, no le renuevan el carné de jugador. Si alguien le presta dinero, podrá volver a su casa. Si no, lo más probable es que se quede en Italia, limpiando parabrisas en algún semáforo o mendigando, y algunos según se dice, sin que pueda comprobarse, estarán lejos de una cancha y cerca de un quirófano. Sus órganos se utilizarán para transplantes…”, sostenía Marini.

El debut de Mauricio Baldivieso en la primera de Aurora debe alertar sobre la naturalización de la explotación infantil en el fútbol.

Una complicidad concreta con todos aquellos que siguen traficando con carne humana.

Los pibes siguen siendo goleados en la cancha chica del fútbol y en la cancha grande de la historia política de estos arrabales del mundo.


Un cachito de sensatez

“Hoy los chicos que llegan a primera manejan veinte palabras por días. Y eso es muy triste. Yo trato de cambiarles eso: les sugiero que lean, que compren libros, que tengan un diccionario al menos cuando van al baño. Porque después los transfieren a Italia y no saben dónde queda, dónde están parados”, dijo Leonardo Madelón, director técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata, en la entrevista que apareció en el diario “Clarín”, el 20 de julio de 2009.




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