Colaboración para Sobre la Hora Por Claudio Lozano

SINTESIS Y CONCLUSIONES
En el presente material las conclusiones de un estudio sobre las variaciones, permanencias, mutaciones y alteraciones que se han evidenciado en el panel de las 200 empresas de mayor facturación de nuestro país. Se trata del análisis de las transformaciones experimentadas por la denominada cúpula empresaria en el transcurso de los últimos 10 años. A tal fin realizamos la comparación de este conjunto de firmas en tres momentos del tiempo: el punto de partida es el año 1997, es decir el último año de crecimiento de la etapa de la Convertibilidad; el segundo punto de referencia es el 2005, año en el cual la economía argentina logra superar los niveles de actividad alcanzados durante la etapa Convertible; y por último la situación a finales del 2007 (se trata del último año con que se cuenta información para el conjunto de la cúpula, ya que aún no se han presentado los datos correspondientes al 2008). La fuente de información es la Revista Mercado, de la cual depuramos las empresas agropecuarias y las del sector financiero (ya que existen otras fuentes de información que dan cuenta acabadamente de la realidad de esos dos sectores).

Los elementos que presentamos en el presente material permiten afirmar que:

La facturación global de la cúpula presenta un notable dinamismo respecto a la evolución general de la economía. Si en 1997 dicha facturación representaba el 31,6% del PBI corriente, en el 2005 alcanzó a representar el 51,3% del mismo y al 2007 llega a ser equivalente al 56,1% de dicho agregado. Este dinamismo superior de la cúpula respecto al resto de los agentes no puede reflejar otra cosa que un avance en la concentración de la economía argentina.
Cuadro A: Ventas de las 200 empresas que componen la cúpula empresaria argentina y PBI corriente. En millones de pesos corrientes. 1997, 2005 y 2007.


Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Revista Mercado

Si comparamos la evolución socio – económica de la Argentina durante este lapso de tiempo se observa que el nivel de actividad de finales del 2007 es casi un 32% superior al de 1997; sin embargo la tasa de desempleo tuvo un descenso inferior al crecimiento del PBI (sólo el 19%, que supone prácticamente el mismo número de desocupados), mientras que al interior de los ocupados se expandió el proceso de “clandestinización” de los asalariados (la tasa de asalariados no registrados pasó del 37,1% al 41,5%), y el ingreso promedio real de los ocupados refleja una pérdida del poder adquisitivo del orden del 22,8%.

De este modo, la tasa de pobreza creció un 3% (lo que supone más de 1,3 millones de pobres) y la de la indigencia creció un 36% (es decir más de 1,8 millones de argentinos que pasan hambre). Como corolario de lo expuesto, la brecha de ingresos que separa al 10% más rico del 10% más pobre, y que era de 22,1 veces en 1997 pasó a ser del 28,7 veces en el 2007 (se trata de una ampliación de la brecha del orden del 30%).

Es decir la sociedad argentina del 2007 evidencia un cuadro combinado de mayor producción de riqueza, con una mayor explotación laboral (menor caída del desempleo, aumento de la precarización y caída del poder adquisitivo), un incremento de la pauperización social (más pobres e indigentes) y un aumento de la inequidad en la distribución del ingreso.



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