Cruz del Sur de la educación

Por Mauro Federico

Desde hace 13 años, Rubén Sosa tiene un sueño: que todos los chicos tengan derecho a acceder a la lectura. Con ese norte en su brújula, este médico pediatra que trabaja en hospital Pedro de Elizalde, comenzó a desarrollar una serie de acciones solidarias para ayudar a las escuelas de frontera a constituir sus propias bibliotecas. “Queremos llegar a los 100 mil libros” se ilusiona. No está tan lejos: ya lleva distribuidos 52 mil en tres localidades de la Argentina. Y no se rinde.

El proyecto se denomina La Cruz del Sur de la Educación y comenzó cuando
Sosa se encontraba colaborando en una escuela de Los Antiguos, en la provincia de Santa Cruz, que se había incendiado. Hasta allí llegó este profesional con más de 6000 libros para reorganizar la biblioteca. "Le pedí a una maestra que me acercara un mapa, uní con una regla el lugar en el que estábamos con el norte y la línea recta cayó en Misión La Paz, provincia de Salta. Luego tomé el tercio superior y lo crucé en 90 grados y cayó en medio de San Juan, en plena cordillera, mientras que la otra punta de la constelación se situó en Villa Paranasito, Entre Rios", relata el profesional.

La iniciativa consiste en juntar libros donados por la gente y llevarlos para crear bibliotecas en escuelas de fronteras ubicadas en los cuatro puntos cardinales del país. Misión La Paz, en el norte del país, ya recibió 10 mil ejemplares; la sureña localidad de Los Antiguos, 17 mil; y la sanjuanina Calingasta 25 mil.

El último de los puntos cardinales que resta en esta cruzada solidaria es el Este, donde se encuentran las escuelas de Villa Paranasito.
“Este es el objetivo previsto para 2009, desde que volví de San Juan no hago otra cosa que pensar en la última estrella de la Cruz del Sur y aquí voy con mi nuevo capricho, si no saco mal la cuenta para que a esa Cruz del Sur le cierren 100 mil libros me faltan juntar 47 mil, creo que con la ayuda de todos, lo vamos a lograr” se esperanza el médico.

Para cumplir con esta meta, Sosa organiza anualmente barrileteadas donde convoca a miles de pacientes y a sus familias. "Todos los años nos juntamos para remontar barriletes en la plaza frente al hospital Garrahan, el único requisito para participar es traer un libro, así que este año habrá que hacer varias", dice el profesional. “Ya tengo unos cinco mil guardados en el subsuelo de la Casa Cuna, para fines de Noviembre, quién les dice, si ustedes me ayudan, tal vez llego.

Después de todo, sólo estoy pidiendo los libros que les sobren, aquellos que jamás vas a volver a leer, esas novelas, aquel texto, ese diccionario, aquella enciclopedia le pueden cambiar la vida a una criatura de guardapolvo blanco y raído” agrega Sosa.

POR QUE LIBROS. Si bien admite que utiliza Internet para muchas de sus actividades, el responsable de esta cruzada solidaria se resiste a creer en el fin de los libros de papel.

“Hay una tendencia actual a pensar que la web reemplazará a los libros, pero hay que dar pelea para que esto no ocurra, por eso reivindico el rol de las bibliotecas con estantes donde encontrar buen material de lectura”, cuenta Sosa.

“Yo pude ver con mis propios ojos a niños en todo el país que al tener los libros en las manos quedaban tan absortos como los niños de las grandes ciudades frente a las pantalla de los videojuegos y también vi maestros rurales llorando de emoción, cuando juntos descargábamos las cajas con los libros que por fin podían usar. Por eso insisto con los libros, porque hay lugares donde no están ni estuvieron nunca, y no creo que internet llegue a esos lugares donde no hay zapatillas y les muestre un mundo virtual donde puedan comer”, finaliza.

Para contactarse: rubensosa@gmail.com.



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